Los choques laterales son uno de los accidentes de tráfico más comunes y, en muchos casos, la determinación de la culpa no es tan sencilla como en otras colisiones. Para establecer la responsabilidad en estos casos, es necesario analizar diversos factores, como la posición de los vehículos, las reglas de tráfico aplicables y la velocidad al momento del impacto.
La ubicación de los vehículos en el momento del choque es clave para determinar la responsabilidad. En general, el conductor que invade el carril de otro vehículo o no cede el paso suele ser el responsable. También se debe considerar si alguno de los conductores realizaba maniobras indebidas, como giros bruscos o cambios de carril sin señalizar.
Las normas de tráfico juegan un papel fundamental en la determinación de la culpa. Algunas de las infracciones más comunes que pueden derivar en un choque lateral incluyen:
No respetar la prioridad en intersecciones.
Cambios de carril sin señalización o sin revisar el ángulo muerto.
No ceder el paso en rotondas o incorporaciones a vías rápidas.
Invasión de carril contrario al realizar adelantamientos.
La velocidad influye en la gravedad del impacto y en la capacidad de reacción de los conductores. Si uno de los vehículos circulaba por encima del límite permitido, es probable que su conductor tenga una mayor responsabilidad en el choque. Sin embargo, esto no exonera automáticamente al otro conductor si también cometió una infracción.
Para determinar la culpa en un choque lateral, es fundamental recopilar pruebas que respalden la versión de los hechos. Algunas acciones clave incluyen:
Tomar fotografías del lugar del accidente y de los daños en los vehículos.
Obtener testimonios de testigos presenciales.
Guardar grabaciones de cámaras de seguridad o dashcams si están disponibles.
El informe policial es una de las pruebas más importantes en la resolución de conflictos tras un accidente. En él se incluyen detalles sobre la posición de los vehículos, las condiciones del tráfico y posibles infracciones cometidas por los conductores. Además, si el caso llega a juicio, este informe puede servir como prueba clave.
El latigazo cervical es una de las lesiones más frecuentes en choques laterales, debido al movimiento brusco del cuello en el impacto. También pueden producirse hernias discales o lesiones musculares en la espalda, lo que puede generar dolores crónicos.
En los choques laterales, el conductor y los pasajeros están más expuestos al impacto directo contra las puertas del vehículo. Esto puede provocar contusiones, fracturas de costillas y lesiones en órganos internos, especialmente si el vehículo no cuenta con airbags laterales.
Las extremidades también pueden sufrir lesiones graves, ya que el impacto puede hacer que las piernas y brazos queden atrapados o golpeen contra el interior del vehículo. Las fracturas en caderas, rodillas y brazos son comunes, especialmente en los ocupantes del lado del impacto.
Para evitar choques laterales, es fundamental seguir buenas prácticas de conducción, como:
Usar los intermitentes para señalizar cualquier cambio de carril.
Revisar los espejos y el ángulo muerto antes de realizar una maniobra.
Respetar la prioridad en rotondas e intersecciones.
Los vehículos modernos cuentan con sistemas avanzados de seguridad que ayudan a reducir el riesgo de choques laterales, como:
Sensores de punto ciego, que alertan si hay otro vehículo en una posición de riesgo.
Asistencia de cambio de carril, que corrige la dirección si detecta una maniobra indebida.
Frenado automático de emergencia, que reduce el impacto en caso de colisión inminente.
Si ninguno de los conductores admite la culpa, es fundamental contar con pruebas objetivas, como el informe policial, testimonios y grabaciones. En caso de conflicto, se puede recurrir a una mediación entre aseguradoras o incluso llevar el caso a juicio.
El tipo de seguro influye en la cobertura de los daños. Un seguro a terceros solo cubre los daños a terceros si el asegurado es el responsable, mientras que un seguro a todo riesgo también cubre los daños propios. En caso de disputa sobre la culpa, las aseguradoras pueden realizar investigaciones y peritajes para determinar la responsabilidad.
Determinar la culpa en un choque lateral puede ser complicado, pero con la información adecuada y las pruebas necesarias, se puede esclarecer la responsabilidad y reclamar los daños de manera efectiva.