La valoración y cuantificación del daño moral en el ámbito contencioso administrativo 

Las reclamaciones de indemnización por daños morales son bien conocidas: forman parte de todas las disputas. Los tribunales se ocupan ampliamente de tales reclamaciones y no prestan mucha atención a otro tipo de daños. 

Hasta hoy no se ha encontrado una solución uniforme, puesto que, parece haber un marcado desacuerdo entre los tribunales arbitrales sobre cómo abordar una reclamación por daños morales. Este artículo arroja luz sobre los daños morales y propone una posible solución bajo el derecho internacional. Para ello introduce el concepto de daño moral y su historia en las controversias internacionales. 

Si estás en una situación parecida a la que vamos a exponer, o conoces a alguien que tiene un problema por daño moral, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, que te ayudaremos en todo lo que necesites. Ahora sí, te contamos un poco más sobre esto. 

Lo que tienes que saber de los daños morales 

Para comprender las cuestiones que surgen de estas reclamaciones, primero hay que entender qué son los daños morales. Sin embargo, no hay una respuesta clara a esta pregunta. La definición más simple de daño moral es “un daño que no es material”. Un daño material es una pérdida financiera o económica y, por lo tanto, puede expresarse en términos monetarios. Por el contrario, un daño moral no puede expresarse en términos monetarios y, por tanto, no puede cuantificarse objetivamente. 

En resumen, un daño moral incluye todas las formas de violencia física y psicológica, así como el daño a la reputación. Es inmaterial y no afecta el patrimonio de la víctima. Esta especificidad conceptual, que claramente traza una línea entre daños que son evaluables financieramente o no.  

Cuando un tribunal arbitral confirma una reclamación por daño moral, tiene que decidir sobre el remedio adecuado por el incumplimiento de una obligación. Según el derecho, el principio es claro: el incumplimiento de un compromiso implica la obligación de reparar de forma adecuada. En este caso, reparación significa recompensa dada a alguien que ha sufrido un daño legal a manos de otro. Como consecuencia, se está creando una nueva obligación, distinta de la obligación principal que fue violada. Mientras que conceder una indemnización es bastante sencillo cuando se trata de daños materiales, que tienen un “precio”, la situación cambia con respecto a los daños inmateriales. 

Otra complejidad que surge en el contexto de una reclamación por daño moral es el establecimiento de pruebas suficientes para demostrar la existencia de un daño moral, así como la causalidad entre un hecho supuestamente ilícito internacional y un daño moral. Esto se debe a que no siempre es evidente un vínculo entre un daño no monetario y la violación de un tratado que protege los intereses económicos. 

Con todos estos datos ya sabes un poco más sobre los daños morales. Nosotros llevamos muchos años ayudando a clientes que llegan a nuestras manos con problemas de este tipo. Desde el primero momento nos ponemos a trabajar junto a ellos. No dejes pasar más tiempo y ponte en contacto con nosotros.