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La pérdida de un ser querido causa un dolor y una pena inimaginables y nada podría compensarlo. Sin embargo, en determinadas circunstancias, si la muerte fue causada por un tercero por acción u omisión, ya sea por una colisión de tránsito o por una operación realizada con negligencia, puede haber motivo para interponer una acción civil de indemnización.
El tipo de incidente más frecuente es la muerte por accidente de tráfico, pero otros accidentes también pueden provocar la muerte. Estos accidentes pueden ser culpa de un tercero, en cuyo caso los familiares (como ascendientes, hermanos/familiares, descendientes), tienen derecho a una indemnización.
Hay multitud de situaciones que ejemplifican la muerte accidental. Por ejemplo, un accidente en un campo de tiro, una caída en una finca privada que no cumplía con los requisitos mínimos de seguridad, un accidente de coche, un accidente en un parque de atracciones, etc. hay miles de posibilidades.
A veces puede ser el resultado de una responsabilidad compartida, en la que varias personas pueden ser consideradas responsables.
Los procedimientos judiciales que se ocupan de la muerte accidental suelen ser largos y prolongados cuando la culpabilidad no está clara. Además, en muchos casos estos procedimientos comienzan tramitándose a través de un proceso penal.
En nuestro país existe acción tanto contra el responsable de la muerte o daño como también contra la compañía aseguradora. Existe una compañía de seguros llamada Consorcio de Seguros que se encarga de pagar la indemnización en algunos casos.
A pesar del alto nivel de profesionales, todos somos humanos y pueden ocurrir situaciones de negligencia médica.
El proceso para recibir una indemnización es diferente dependiendo de si la negligencia fue cometida por una clínica privada dentro del sistema privado o si ocurrió por un problema en el sistema de salud público. Lo que ambos casos tienen en común es el derecho a indemnización.
También existe la posibilidad de que la negligencia médica no provoque la muerte, sino otras lesiones o daños compensables.
Generalmente, para valorar los daños por negligencia médica utilizamos la normativa aplicable a los accidentes de tráfico.
También utilizamos expertos que pueden evaluar los daños para obtener la compensación más adecuada para el caso específico. Al final, un médico especialista que revisando el trabajo de otro especialista pueda darnos los datos concretos de dónde se produjeron las fallas médicas.
De esta manera nos encontramos con una situación que genera responsabilidades no sólo civiles sino también penales. El dolor de los familiares no se aliviará recibiendo una compensación económica. Sin embargo, en muchos casos, las familias quedan en dificultades económicas debido a la muerte de un miembro de la familia. Así, a la hora de conceder una indemnización, no sólo hay que tener en cuenta el dolor emocional, sino el grave daño económico que la muerte puede causar a una familia.
No dudes en contactar con nosotros si necesitas nuestros servicios, estaremos encantados de poder ayudarte en estas situaciones complicadas.
